El día uno de mayo de cada año se celebra esta tradición de posible origen pagano que consiste en “plantar el mayo” (izar un gran árbol en cuya copa se coloca un muñeco de tamaño natural hecho a mano). Previamente los mozos habrán derribado el árbol, trasladándolo hasta el lugar de su colocación.
Para la realización de las tareas de izado colaboran los vecinos y todos aquellos que quieren asistir.
Una vez finalizados los trabajos se invita a todos los asistentes a compartir los productos tradicionales de esta fecha.
El día 31 de mayo se procede a “tirar el mayo”.
Tradicionalmente la “viga” se subastaba y con la recaudación los mozos celebraban una fiesta.
Hace algunas décadas, cuando en la mayor parte de las localidades se había perdido esta tradición, aquí aún seguía manteniéndose.